Irmina trabaja como médica de ATENCIÓN PRIMARIA en el CENTRO DE SALUD DE ADELFAS - Distrito de Retiro de Madrid
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Título
Irmina trabaja como médica de ATENCIÓN PRIMARIA en el CENTRO DE SALUD DE ADELFAS - Distrito de Retiro de Madrid
Materia
Mujeres trabajadoras
Mujer
Trabajo
Médica
Centro de Salud
Violencia de género
Salud de la mujer
Sanidad pública
Administración pública
Descripción
Me llamo Irmina Saldaña Alonso y trabajo como médica de Atención Primaria en el Centro de Salud de Adelfas (Distrito de Retiro) y participo en el Grupo de Trabajo de Atención a la Mujer de la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria (SOMAMFYC).
Me licencié en Medicina en la facultad de Medicina de Alcalá de Henares. Elegí la especialidad de Medicina Familiar y Salud Comunitaria por vocación y con la ilusión de que la Atención Primaria sea el pilar de nuestra sanidad pública, un lugar que genere espacios de aprendizaje de autocuidados en salud, participación con la ciudadanía y abordaje de un concepto de salud integral que englobe los aspectos físicos, psíquicos y sociales.
Apasionada por la salud de la mujer, la lucha contra la violencia de género, la diversidad con perspectiva de género y la construcción de un mundo más justo e igualitario. Docente en cursos de Violencia de Género del Servicio Madrileño de Salud. Miembro de la ONG Acción en Red Madrid, implicándome especialmente en el área de feminismo y lucha por la defensa de la sanidad pública.
Estoy especializada en la detección de violencia de género, motivada por la importancia de intervenir desde Atención Primaria en este problema de salud pública que por su magnitud, gravedad y repercusiones físicas, psicológicas y sociales deja una profunda huella con secuelas a corto, medio y largo plazo en las mujeres y en su entorno. Para detectar los indicios y sospechas en las consultas en relación al maltrato y violencia de género es preciso plantear preguntas introductorias y continuar acompañando a las víctimas. Este estudio confirma lo que he observado en mis años de trabajo en Atención Primaria. He observado que las mujeres tienden a consultar por las consecuencias, no se reconocen inicialmente como mujeres maltratadas; en el fondo desean que su profesional sanitario les propicie un entorno en el que favorezca la confidencia, por esta razón es importante no juzgar, hacer una escucha activa y hacerle saber que la creemos. Es importante priorizar a la mujer y garantizar su seguridad, por ello se debe realizar un registro adecuado del proceso en la historia clínica porque tiene un valor legal. La violencia de género siempre tiene consecuencias para la salud de quien la sufre, a pesar de que en muchas ocasiones las mujeres no identifiquen que sus malestares son debidos a este maltrato. Hay consecuencias diversas que van desde el asesinato, las lesiones físicas, deterioro de la salud mental, afectación de la salud sexual y reproductiva (violaciones, embarazos no deseados y/o infecciones de transmisión sexual), malestares y síntomas difusos como dolor de espalda, mialgias o artralgias, cefaleas, pérdida de apetito, problemas digestivos (dolor abdominal, desórdenes gastrointestinales, colon irritable). Es frecuente el aislamiento de las mujeres de sus amistades, familia, vecindario, asociaciones y grupos sociales. Algunos indicadores pueden ser signos de sospecha de violencia de género en función de las lesiones como que haya retraso en la demanda de asistencia de lesiones físicas, incongruencia entre el tipo de lesiones y el mecanismo que explica como causante, o lesiones en diferentes estadios de curación. También algunas actitudes de la mujer como que esté temerosa o evitativa, sentimientos de culpa o de vergüenza, vestimenta que intenta ocultar lesiones, cambio de actitud cuando está su pareja delante, justificación de sus lesiones o quitarle importancia a las mismas. Y algunas actitudes de la pareja como solicitar estar presente en todo momento de la consulta, actitud controladora, agresiva o despectiva ante el problema de salud de su mujer, entre otras. Considero la Violencia de Género un grave problema de salud pública en el que hay que atreverse a preguntar a las mujeres, en el que hay que pensar como un posible diagnóstico en nuestras consultas de Atención Primaria. Un problema de salud pública es una situación que afecta negativamente al bienestar de las personas y de la población y tenemos una responsabilidad como profesionales de la sanidad pública en su detección, abordaje y acompañamiento de las mujeres que la sufren.
Me licencié en Medicina en la facultad de Medicina de Alcalá de Henares. Elegí la especialidad de Medicina Familiar y Salud Comunitaria por vocación y con la ilusión de que la Atención Primaria sea el pilar de nuestra sanidad pública, un lugar que genere espacios de aprendizaje de autocuidados en salud, participación con la ciudadanía y abordaje de un concepto de salud integral que englobe los aspectos físicos, psíquicos y sociales.
Apasionada por la salud de la mujer, la lucha contra la violencia de género, la diversidad con perspectiva de género y la construcción de un mundo más justo e igualitario. Docente en cursos de Violencia de Género del Servicio Madrileño de Salud. Miembro de la ONG Acción en Red Madrid, implicándome especialmente en el área de feminismo y lucha por la defensa de la sanidad pública.
Estoy especializada en la detección de violencia de género, motivada por la importancia de intervenir desde Atención Primaria en este problema de salud pública que por su magnitud, gravedad y repercusiones físicas, psicológicas y sociales deja una profunda huella con secuelas a corto, medio y largo plazo en las mujeres y en su entorno. Para detectar los indicios y sospechas en las consultas en relación al maltrato y violencia de género es preciso plantear preguntas introductorias y continuar acompañando a las víctimas. Este estudio confirma lo que he observado en mis años de trabajo en Atención Primaria. He observado que las mujeres tienden a consultar por las consecuencias, no se reconocen inicialmente como mujeres maltratadas; en el fondo desean que su profesional sanitario les propicie un entorno en el que favorezca la confidencia, por esta razón es importante no juzgar, hacer una escucha activa y hacerle saber que la creemos. Es importante priorizar a la mujer y garantizar su seguridad, por ello se debe realizar un registro adecuado del proceso en la historia clínica porque tiene un valor legal. La violencia de género siempre tiene consecuencias para la salud de quien la sufre, a pesar de que en muchas ocasiones las mujeres no identifiquen que sus malestares son debidos a este maltrato. Hay consecuencias diversas que van desde el asesinato, las lesiones físicas, deterioro de la salud mental, afectación de la salud sexual y reproductiva (violaciones, embarazos no deseados y/o infecciones de transmisión sexual), malestares y síntomas difusos como dolor de espalda, mialgias o artralgias, cefaleas, pérdida de apetito, problemas digestivos (dolor abdominal, desórdenes gastrointestinales, colon irritable). Es frecuente el aislamiento de las mujeres de sus amistades, familia, vecindario, asociaciones y grupos sociales. Algunos indicadores pueden ser signos de sospecha de violencia de género en función de las lesiones como que haya retraso en la demanda de asistencia de lesiones físicas, incongruencia entre el tipo de lesiones y el mecanismo que explica como causante, o lesiones en diferentes estadios de curación. También algunas actitudes de la mujer como que esté temerosa o evitativa, sentimientos de culpa o de vergüenza, vestimenta que intenta ocultar lesiones, cambio de actitud cuando está su pareja delante, justificación de sus lesiones o quitarle importancia a las mismas. Y algunas actitudes de la pareja como solicitar estar presente en todo momento de la consulta, actitud controladora, agresiva o despectiva ante el problema de salud de su mujer, entre otras. Considero la Violencia de Género un grave problema de salud pública en el que hay que atreverse a preguntar a las mujeres, en el que hay que pensar como un posible diagnóstico en nuestras consultas de Atención Primaria. Un problema de salud pública es una situación que afecta negativamente al bienestar de las personas y de la población y tenemos una responsabilidad como profesionales de la sanidad pública en su detección, abordaje y acompañamiento de las mujeres que la sufren.
Autor
Fotógrafa: María del Valle Palma Villalón
Editor
Asociación Mujeres Progresistas de Retiro
Fecha
2023/09/11
2023
Derechos
Creative Commons - Reconocimiento-NoComercial 2.5 España (CC BY-NC 2.5 ES)
Reconocimiento - Debe siempre reconocer adecuadamente la autoría de las fotografías, proporcionar un enlace a la licencia e indicar si se han realizado cambios. Puede hacerlo de cualquier manera razonable, pero no de una manera que sugiera que tiene el apoyo de la fotógrafa o lo recibe por el uso que hace.
NoComercial — No puede utilizar el material para una finalidad comercial.
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Relación
Vídeo en el Canal de Youtube "La Mujer y el Trabajo en el Distrito de Retiro de Madrid - Irmina Saldaña Alonso
https://youtu.be/ejY0zut9Kns
https://youtu.be/ejY0zut9Kns
Idioma
es
Tipo
Fotografía
Identificador
mtdr_mvpv_isa
Cobertura
España
Madrid
Distrito de Retiro
Centro de Salud de Adelfas
Avda. Ciudad de Barcelona, 190 .28007 Madrid
Citación
Fotógrafa: María del Valle Palma Villalón, “Irmina trabaja como médica de ATENCIÓN PRIMARIA en el CENTRO DE SALUD DE ADELFAS - Distrito de Retiro de Madrid,” Mujeres Progresistas de Retiro, consulta 18 de mayo de 2024, https://mujeresprogresistasderetiro.omeka.net/items/show/92.